<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d8138398987586654213\x26blogName\x3dLos+Caballetes+a+la+Calle\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://loscaballetesalacalle.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://loscaballetesalacalle.blogspot.com/\x26vt\x3d-2948613691771236933', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Taller de nada II

TodoEstaVivo



Esto de la libertad me hace pensar en los órganos, como si yo fuera el hígado y estuviese todo el tiempo tratando de conseguir sangre.
¡Sangre!
¿Sangre?
¿Para qué querés sangre?
Es lo único en este mundo, es lo más, es lo que te da estatus, buena vida, seguridad para el futuro, sangre, ¿qué es lo que mueve al mundo?, la sangre hermano, abrí los ojos.
Pero el pulmón no piensa lo mismo, dice que el aire es fundamental para…
Dejame decirte una cosa, al pulmón lo tengo acorralado y su aire me importa un carajo, me entendés, ¡un carajo!, lo tengo acorralado, a pan y agua, ¿vos te pensás que ese me va a ganar a mi?, ¿eh?, ni en pedo, le dejo lo mínimo de sangre, lo mínimo, ¿entendés?
Pero él dice…
Nada, nada, y otra cosa el cerebro siempre me caga y se lleva las mejores tajadas, ¿pero sabes que?, lo voy a hundir, ya lo voy a hundir y va a venir al pie, ¿me entendés pibe?
Sí, está bueno eso de la sangre pero…
Disculpá pibe, ¿cómo era que te llamabas?
Cancer, me dicen.
Vení, quedate por acá que juntos podemos hacer grandes cosas.
Cancer es lo que el hombre le hace a la tierra sin saber que se lo hace a si mismo
Cancer es lo que el hombre le hace a la tierra sin saber que se lo hace a sí mismo



¿Cómo sería para nuestro cuerpo si los órganos se estuviesen peleando todo el tiempo para conseguir la porción más grande de la torta?
¿Qué libertad tienen: el hígado, el pulmón, el corazón, el cerebro, la piel? Por suerte no tienen conciencia para decidir que quieren, no tienen libre albedrío. ¿Cómo podría funcionar un organismo si cada parte tirara para un lado diferente? ¿Quieren probar? No, claro, es obvio, muy obvio que no duramos ni cinco segundos.
Ahora, ¿ustedes piensan que son personas? ¿Qué son organismos separados e independientes?
¿Qué le pasa a un órgano del cuerpo si le cortan el chorro de sangre?
¿Qué le pasa a cualquiera de nosotros si no respira?
En principio el aire nos conecta a todos, más que los teléfonos celulares, ¡y es gratis!
Quizás eso no alcance para creer que formamos un organismo, para creer que estamos vivos dentro de una esfera de vida.
Entonces somos organismos que formamos un organismo, un ser vivo más grande, también se podría decir que somos, los humanos, un órgano. Es fácil ver y decir que las plantas son el pulmón de la tierra, ahora desde el punto de vista de las plantas, nosotros seríamos el pulmón porque producimos dióxido de carbono, que es lo que ellas usan para crecer, y nosotros usamos el oxigeno que ellas liberan.
¿Entonces?
¡Levanten la mano quien quiere formar parte de un organismo!
¡Levanten la mano quien no quiere!
¡Levanten la mano todos los que no levantaron la mano!

Yo no quiero formar nada con ese tipo que se sienta en el fondo y se tira pedos toda la clase.

¿Vos pensás que te podés escapar? No podés, esta burbuja la llevamos puesta siempre, siempre, no hay donde salir, estas acá en el planeta y la “civilización” va llegando a todos lados, y no sólo eso, el aire, el agua, la tierra que compartimos, en ese sentido tenemos tanta libertad como un riñón. Nuestra supervivencia depende de cuanta libertad dejemos de lado para que el organismo en su conjunto pueda vivir.
El hígado no puede vivir con el pulmón, ¿nosotros los humanos podemos vivir sin el otro?
¿Quién es el otro?
Otro humano, otro animal, otro vegetal, otro aire, otro agua, otra tierra.

¿Cómo tener conciencia de ese otro cuerpo que habitamos?

En algún punto nos apartamos de la naturaleza, la tierra, la tierra es eso que hay que barrer porque está sucio, el parque es lindo para mirar, ¿pero cuánto hay de natural en un parque o en una plaza? Cero. Ok, están las plantas, están las hormigas, los pájaros, las flores que ponen en los canteros, pero que pasaría si el hombre (la municipalidad en este caso) dejara de mantenerlos, se convierten en otra cosa muy distinta y ya no nos gusta, en un baldío. Vivimos tan lejos que ya no estamos acostumbrados a la naturaleza real. Es decir, el otro está y se filtra por algún lado: las hojas que las señoras barren todas las mañanas, las hormigas que hay que combatir porque te arruinan el rosal, los pájaros que se ponen a cantar como locos a las seis de la mañana, las cucarachas, las polillas, los mosquitos, la araña que te mira desde una esquina oscura del techo, cada uno sabrá que hacer: eliminarlos, barrerlas, tirarlas por la ventana o no, pero todos estos “otros” organismos forman parte de ese otro cuerpo, y están ahí diciendo: acá estoy, acá estoy, dame bola.
La conciencia del otro está al alcance de la mano si pensamos que ellos y ellas forman parte del gran organismo que es la naturaleza, de ese globo gigante y azul que anda dando vueltas por el cosmos.

¿Y el cielo?

Sí, me olvidaba, a veces lo miro y pienso que está vivo, a veces cuando estoy enterrado entre edificios y tengo que levantar la cabeza para ver, está y es azul, pasa una nube flotando, yo abajo parado en una esquina llena de bocinazos y las nubes flotan majestuosas como barcos allá arriba lejos lejos, corta el semáforo, cruzo la calle, sí están vivas, sí el cielo está vivo y me siento parte de ello.

Entonces somos un organismo que vive dentro de otro organismo y a su vez otros organismos más chiquitos viven dentro nuestro, las bacterias digo, todo está vivo.
No soy el único que piensa que la tierra está viva, James Lovelock propuso ya hace bastante tiempo la teoría de Gaia basándose en hechos científicos. Yo creo que cada partícula del universo esta viva, en evolución, en mutación, en desarrollo, en un ciclo de transformación, desde un algo más chico que el átomo hasta un algo más grande que una galaxia, aunque tampoco soy el único.



TodoEstáVivo


<< Home