Al infinito y más allá

Cuando te des cuenta que amas a alguien hasta el infinito y que ese amor no restringe, no da ordenes, no quiere nada, no sé como decirlo, no posee, que es un amor muy diferente a todos los que pasan por las telenovelas, que libera, que es una expresión pura de la libertad.
Después te das cuenta que es amplio y que se lo podes dar a cualquiera, aunque no se entienda, te das cuenta que te llena el pecho y que se te vuelve ancho y lleno y a la vez completo y despierto y sin embargo vacío de cosas como si no quisiera tener nada y todo eso.

¿Y vos sentís todo eso?

A veces lo siento, después se me pierde y en algún momento lo vuelvo a recuperar, porque no es algo que se recuerda así como un recuerdo, se recuerda sintiéndolo y no se puede controlar aunque quieras que vuelva en un día o una hora en particular, lo sentís o no, quizás se pueda aplacar, ocultar o enterrar, quizás se pueda tener miedo, y el miedo es lo que más lo aleja, pero no se puede controlar.

Todo el mundo habla del amor todo el mundo dice cosas como esas y también que no se puede definir y bla bla bla.

Sí es cierto, esto del amor está muy trillado, muy dicho, muy repetido, y yo diciendo otra vez lo mismo.

No importa que ya esté tan gastado de decir y decir, ¿pero cómo comprenderlo?

Y, no sé si se puede comprender pero estoy seguro de que se puede vivir y es una manera de vivir el infinito, no comprenderlo, vivirlo. Vivir vivir vivir, pero no es vivir un romance apasionado.

Ah, yo pensaba que, pero no, bueno. No es, lástima que no es.

No es.

¿Entonces cómo vivirlo?