<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar/8138398987586654213?origin\x3dhttp://loscaballetesalacalle.blogspot.com', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Esto lo escribí hace más de un mes (17/03/2008)

Yo creo en mí, yo creo que tengo un poder ilimitado para realizar las cosas que quiero. Salto de la silla y levanto el brazo con un anillo dorado y grito: ¡yo tengo el poder de greyskull, he-man, los cuatro fantásticos, el hombre araña, la mujer maravilla, batichica y gatúbela!
¿No será mucho?
¿Quién me lo limita?
Yo mismo y nadie más.
El éxito, eso es el éxito, es lograr lo que uno quiere de corazón, pero para eso hay que encontrar eso que uno quiere y estar seguro. Al menos por un tiempo, porque lo que uno quiere puede cambiar. De todas formas el placer no está quizás en alcanzarlo, el placer está en el camino, entonces pensaba, el otro día pensaba, que la gente debería ser feliz mientras trabaja, ¡feliz en el trabajo! ¡Pero claro que sí! ¿Cómo podemos hacer para ser felices en el trabajo?

Primero haciendo algo que nos gusta.

Imposible porque no hay laburo de eso acá, en el exterior pagan muy bien, pero acá no hay, no se consigue al menos que tengas un amigo en el gobierno y esas cosas.

¡Bueno entonces si no te gusta tu laburo hacé que te guste!

¿Cómo?

No sé, arréglatelas vos un poquito, no esperes que te diga todo. Empezá a moverte.
Vos lo decís y parece muy fácil pero después hay que poner la cara, el hombro y el cuerpo y ya las cosas se complican.

¿Preferís seguir igual que hasta ahora, con los hombros cansados y puteando todas las mañanas para levantarte?

No, yo no quiero pero no hay nada que hacer, ya intenté, ya intenté por todos lados.

Buscá otra forma, otra camino, otra mirada, cambiá, levantá los hombros, comprate una camisa nueva, salí del esquema, saltá la cuerda, rompé tu perfil.

Vos me querés vender un libro de autoayuda.

Sí.

Dejá, salí de acá che, fuera, bufa, son todos unos mentirosos.

Bueno chau, me voy.



Yo creo en mí, ¿por qué la gente no cree en si mismos?
¿Usted cree en usted?
Sí, no, blanco, negro, gris. Más o menos, un poco, no sabe no contesta, ahora no estoy apurado.
Sí.
¿Si?
¿Y qué espera para agarrar la felicidad, para tomar lo que es suyo?
Es que la verdadera única y última felicidad es estar bajo una palmera con un vaso alto y transpirado, un negro que te abanique y el mar sin olas cristalino y azul hasta el horizonte.
Y no podría ser una negra, o una blanca, o una verde, o rosa, o muchos y muchas de todos los colores, ¿y que pasa cuando se aburre de estar así?
Nunca me aburro.
¿Cómo sabe?
Y no sé, porque nunca fui a uno de esos lugares.
Bueno a lo mejor tiene razón y para usted la felicidad es eso, ¿y para su esposa mujer compañera amiga amante esposo hombre pareja o lo que sea quien sea que anda por ahí en su vida?
No, para ella es jugar al bowgling todo el día.
Y usted se las arreglaría sin ella.
Y sí, por un tiempo que ella juegue al bowgling y yo me voy a la palmera.
Bueno, me parece bien, ¿y por qué no lo hace?
Es muy caro y a mi mujer no le gusta viajar.

Yo creo en mí. Y quizás sea porque mi hijo me hizo una pintura sobre un bastidor de tela, que él pidió comprar y con un color que también pidió comprar, pintó el carro del sol. Fue el regalo de cumpleaños.

Entonces el éxito, este es el éxito, que mi hijo me haya pintado un cuadro sobre un bastidor de tela con un sol de color oro sobre su barca surcando el mar.

Espera, pera pera un poquito, vos estar proyectando el éxito en el exterior, no le cargues a tu hijo....
No digas nada, ¿no era que no te gustaban los libros de autoayuda?
No, pero...
No, no digas nada, nada, que vos no sos feliz en el laburo, a mí dejame ser feliz con mi regalo de cumpleaños.


<< Home