Enmarcando (20/10/2007)
Íbamos a ir a ver una muestra de arte erótico pero no fuimos, en realidad no necesitábamos ir, pero no puedo decir que no lo necesitábamos, quizás no se necesita ver para sacar algo que uno tiene adentro, sino que es ver para compartir una visión, para saber que hay otros que, aunque tienen visiones distintas, pueden sacarlas a pasear y mostrarlas. Mostrarse a sí mismos en una minúscula parte, un instante, un segundo de la mente y de lo que no es mente, y que quizás sea todo lo que existe.
No fuimos aunque el viernes dijimos que íbamos a ir, después había muchas cosas que hacer, muchas vueltas en la vida, vueltas que son del ir y venir, del paseo natural de las cosas, y yo dije, yo recuerdo que dije: todo no se puede. Y ahora que lo recuerdo me doy cuenta de que es una frase horrible y de que la repito demasiado seguido, quizás no hay solución para ciertas cosas o quizás sea que hay que sentarse en el borde de la vereda para ver pasar como una parte indisoluble de uno mismo todas esas cosas que no se pueden.
Pero la tarde estaba hermosa y dije: vayamos al parque y lijemos y pintemos los marcos que tenemos esperando hace mucho tiempo. Resulta que un día, hace mucho tiempo, se nos ocurrió que queríamos enmarcar algunas de nuestras obras, entré al primer taller de marcos que pasó por mis pies (estoy practicando esto de que las cosas pasen por mí y no yo por las cosas, sí ya sé que esto es algo del pasado, pero escribirlo es como volver a vivirlo) y eran fortunas que no estaban en mi presupuesto. Fuimos al taller de arte y le pregunté al profesor qué podía hacer, otra alumna me respondió: si vas a vender un cuadro a diez mil pesos que te cuesta gastarte doscientos en enmarcarlo... yo le sonreí, en este caso no abrí la boca, así que pueden ver que no siempre escupo todos mis pensamientos. El profesor me respondió que una alternativa era hacer cajas y eso fue lo que hice, una caja muy bonita de 80 x 60cm para poner alguna de las pinturas de 50 x 70 que tenía hechas. Por algún misterio de cajística hubo algo que no me gustó y la caja quedó vacía y sigue vacía hasta ahora porque no me decido a poner ninguna pintura adentro. Un día fuimos al nuevo supermercado del “hombre que hace de todo en su casa y la mujer que se arregla los enchufes” que se inauguró en caballito, es fácil saber de cual hablo, y encontramos que vendían listones para hacer marcos, y no sólo los vendían sino que los cortaban y los engrapaban para que uno se llevara el marco puesto y listo. Resultó que no les andaba la máquina pero nos los dieron cortados para que nosotros los armemos en casa y por supuesto nos compramos una engrampadora para hacer el trabajo. El resultado de todo esto fue que nos engramparon, la engrampadora no servía y los marcos estaban todos mal cortados y no encajaban bien. Si alguna vez quieren hacerse un marco, no dejen que se los corte esta gente... Cambiamos la engrampadora por una bastante más cara pero que servía y rellenamos los huecos con una mezcla de cola y aserrín aserrán los maderos de San Juan. Fuimos al parque y lijamos y pintamos.
Mentiras, yo hice dos lijadas y me aburrí, LaPaKa, la santa mujercita, se quedó haciendo eso y yo agarré los acrílicos y seguí con el bosque de caminos, la pintura que había empezado la semana pasada. Pero fue por poco tiempo, porque aunque ella se había encremado en OFF los mosquitos se la comían viva, ella expresó en su descarga: te aguanté todo lo que pude, después no vas a decir que no te acompaño en tus proyectos, pero no doy más. Efectivamente he comprobado que si a mí, sin ponerme OFF, me pica un mosquito, a ella la pican veinte aunque esté metida en una palangana de repelente. Hijo estaba jugando con un perrito pequeño en el medio del pasto y la dueña del perrito pequeño le sonreía a sus gracias mientras tomaba sol. Ellos dos se fueron a cobijarse al resguardo de las cuatro paredes del hogar dulce hogar y yo me quedé un rato más, pero no mucho porque apenas se fueron me di cuenta de que no tenía recipiente para limpiar los pinceles con agua, el viento me levantó el papel y se corrió la pintura, mientras trataba de sobrevivir al caos un señor de mate en mano se paró atrás mío y observaba mientras trataba de eliminar las semillas peludas que se me pegaban al acrílico recién pintado:

Yo también levanté campamento y ya establecido entre las cuatro paredes protectoras, por alguna maravilla de los opuestos, me puse a engrampar, pegar y lijar un marco:

Lo que se ve en el medio es la reconstrucción de un trabajo que hizo hijo (cuando le preguntás él dice que está haciendo un trabajo) con plasticola de color y que se dedicó a cortar y recortar y pegar y recortar hasta que se cansó.
Volviendo al principio, en el oscuro vaivén de las cosas, llegó el día de la madre y faltaba comprarle el regalo a madre, pero santa LaPaKa ya tenía todos los hilos tendidos y las lámparas enfocadas. No voy a contar mi odisea de conseguir medialunas para el desayuno a las 8:30 de la mañana del domingo, porque a las 8:30 de la mañana del domingo la panadería estaba repleta y cuando me está por tocar mi turno avisan que se acabaron las medialunas de manteca. Igual conseguí las medialunas de manteca a eso de las 9:30 de la mañana. A las 10 estábamos en el choping comprando el regalo para mi madre y a las 10:30 estábamos de vuelta.
Y como decía: en el oscuro vaivén de las cosas, después de comer hijo se quedó con abuela y nosotros dos solos, solitos, solos, la santa y yo, no fuimos a ver la muestra de arte erótico, no fuimos nada a verla, no.
Pasando a las noticias sociales, el domingo 4 de noviembre tenemos la intención, la intención, de ir, a Plaza Armenia (Armenia y Honduras) a participar del concurso de manchas del museo Sivori de 9hs a 13Hs, ya saben si son valientes, y digo valientes, vayan a pintar y de paso participan de un concurso. Siguiendo con las noticias sociales terminé la pintura de las tetas cósmicas y está colgada en la sucursal. Fin de las noticias sociales. Y del post también.
No fuimos aunque el viernes dijimos que íbamos a ir, después había muchas cosas que hacer, muchas vueltas en la vida, vueltas que son del ir y venir, del paseo natural de las cosas, y yo dije, yo recuerdo que dije: todo no se puede. Y ahora que lo recuerdo me doy cuenta de que es una frase horrible y de que la repito demasiado seguido, quizás no hay solución para ciertas cosas o quizás sea que hay que sentarse en el borde de la vereda para ver pasar como una parte indisoluble de uno mismo todas esas cosas que no se pueden.
Pero la tarde estaba hermosa y dije: vayamos al parque y lijemos y pintemos los marcos que tenemos esperando hace mucho tiempo. Resulta que un día, hace mucho tiempo, se nos ocurrió que queríamos enmarcar algunas de nuestras obras, entré al primer taller de marcos que pasó por mis pies (estoy practicando esto de que las cosas pasen por mí y no yo por las cosas, sí ya sé que esto es algo del pasado, pero escribirlo es como volver a vivirlo) y eran fortunas que no estaban en mi presupuesto. Fuimos al taller de arte y le pregunté al profesor qué podía hacer, otra alumna me respondió: si vas a vender un cuadro a diez mil pesos que te cuesta gastarte doscientos en enmarcarlo... yo le sonreí, en este caso no abrí la boca, así que pueden ver que no siempre escupo todos mis pensamientos. El profesor me respondió que una alternativa era hacer cajas y eso fue lo que hice, una caja muy bonita de 80 x 60cm para poner alguna de las pinturas de 50 x 70 que tenía hechas. Por algún misterio de cajística hubo algo que no me gustó y la caja quedó vacía y sigue vacía hasta ahora porque no me decido a poner ninguna pintura adentro. Un día fuimos al nuevo supermercado del “hombre que hace de todo en su casa y la mujer que se arregla los enchufes” que se inauguró en caballito, es fácil saber de cual hablo, y encontramos que vendían listones para hacer marcos, y no sólo los vendían sino que los cortaban y los engrapaban para que uno se llevara el marco puesto y listo. Resultó que no les andaba la máquina pero nos los dieron cortados para que nosotros los armemos en casa y por supuesto nos compramos una engrampadora para hacer el trabajo. El resultado de todo esto fue que nos engramparon, la engrampadora no servía y los marcos estaban todos mal cortados y no encajaban bien. Si alguna vez quieren hacerse un marco, no dejen que se los corte esta gente... Cambiamos la engrampadora por una bastante más cara pero que servía y rellenamos los huecos con una mezcla de cola y aserrín aserrán los maderos de San Juan. Fuimos al parque y lijamos y pintamos.
Mentiras, yo hice dos lijadas y me aburrí, LaPaKa, la santa mujercita, se quedó haciendo eso y yo agarré los acrílicos y seguí con el bosque de caminos, la pintura que había empezado la semana pasada. Pero fue por poco tiempo, porque aunque ella se había encremado en OFF los mosquitos se la comían viva, ella expresó en su descarga: te aguanté todo lo que pude, después no vas a decir que no te acompaño en tus proyectos, pero no doy más. Efectivamente he comprobado que si a mí, sin ponerme OFF, me pica un mosquito, a ella la pican veinte aunque esté metida en una palangana de repelente. Hijo estaba jugando con un perrito pequeño en el medio del pasto y la dueña del perrito pequeño le sonreía a sus gracias mientras tomaba sol. Ellos dos se fueron a cobijarse al resguardo de las cuatro paredes del hogar dulce hogar y yo me quedé un rato más, pero no mucho porque apenas se fueron me di cuenta de que no tenía recipiente para limpiar los pinceles con agua, el viento me levantó el papel y se corrió la pintura, mientras trataba de sobrevivir al caos un señor de mate en mano se paró atrás mío y observaba mientras trataba de eliminar las semillas peludas que se me pegaban al acrílico recién pintado:

Yo también levanté campamento y ya establecido entre las cuatro paredes protectoras, por alguna maravilla de los opuestos, me puse a engrampar, pegar y lijar un marco:

Lo que se ve en el medio es la reconstrucción de un trabajo que hizo hijo (cuando le preguntás él dice que está haciendo un trabajo) con plasticola de color y que se dedicó a cortar y recortar y pegar y recortar hasta que se cansó.
Volviendo al principio, en el oscuro vaivén de las cosas, llegó el día de la madre y faltaba comprarle el regalo a madre, pero santa LaPaKa ya tenía todos los hilos tendidos y las lámparas enfocadas. No voy a contar mi odisea de conseguir medialunas para el desayuno a las 8:30 de la mañana del domingo, porque a las 8:30 de la mañana del domingo la panadería estaba repleta y cuando me está por tocar mi turno avisan que se acabaron las medialunas de manteca. Igual conseguí las medialunas de manteca a eso de las 9:30 de la mañana. A las 10 estábamos en el choping comprando el regalo para mi madre y a las 10:30 estábamos de vuelta.
Y como decía: en el oscuro vaivén de las cosas, después de comer hijo se quedó con abuela y nosotros dos solos, solitos, solos, la santa y yo, no fuimos a ver la muestra de arte erótico, no fuimos nada a verla, no.
Pasando a las noticias sociales, el domingo 4 de noviembre tenemos la intención, la intención, de ir, a Plaza Armenia (Armenia y Honduras) a participar del concurso de manchas del museo Sivori de 9hs a 13Hs, ya saben si son valientes, y digo valientes, vayan a pintar y de paso participan de un concurso. Siguiendo con las noticias sociales terminé la pintura de las tetas cósmicas y está colgada en la sucursal. Fin de las noticias sociales. Y del post también.